Sexo, aceites y un santo de por medio - Email #31
¡Oh San Valentín, San Valentín!
A este hombre le hicieron santo con justicia. Casaba cristianos en una época en que era más común el quemarlos que unirlos. Pero en honor a la verdad, esa asociación rara entre el amor de pareja y un santo no nació de allí, sino de otro momento.
No fue hasta que, en la época medieval, algunos se dieron cuenta de que a principios de febrero los pájaros buscaban pareja, y entonces fue cuando se asoció una cosa y la otra, debido a la intervención divina de la Santa Iglesia.
El éxito fue inmediato, porque ya sabes, nos ponemos creativos con la palabra “pájaro”.
Lo demás es historia, y hasta hoy. Es cierto que no se celebra en todo el mundo. Faltaría más. Es que resulta que no todo el mundo es católico, gracias a Dios. Pero es verdad que la unión física entre dos personas se celebra, y muy bien, en casi todas partes, aunque sea en otros días del año.
Así que, en aras del negocio y después del parón vacacional de enero, este mes ¡vamos a hablar de sexo!
San Valentín, San Valentín ¿un aceitito que ayude un pelín?
Entremos pues en el tema, el sexo. Pero no bruscamente. Vayamos rodeando el camino. A estas alturas ya sabes que los aceites esenciales son excelentes para muchas cosas, sobre todo si son de Young Living. En este caso vamos a ayudarte a darle un pequeño impulso a tus encuentros sexuales. Así que vamos a empezar con un poco de teoría, para no perder la costumbre de que comprar sí, pero a ciegas no.
Cuando inhalas las moléculas de los aceites esenciales, se activa la zona límbica del cerebro, lo que provoca un profundo efecto en tu estado de ánimo. Pero resulta, casualmente, que es en la zona límbica donde se encuentra el centro de nuestro deseo sexual, entre otras cosas.
Y, por otro lado, ya sabes que a la hora de elegir aceites esenciales, no hay una respuesta correcta. Tendrás que ensayar con lo que te proponemos, hasta descubrir lo que mejor te funciona. Sin embargo, antes de pasar a hablar de nuestros aceites favoritos para estos menesteres, creemos que es importante que aprendas un poco más sobre el placer.
El placer es sencillo, pero necesita más de una neurona
Los misterios desvelados nos cuentan que, cuando hablamos del placer, no se pasa al límbico directamente. No señor. Esto va por partes, porque sentir placer tiene su truco. Resulta que sentir placer es un ciclo, por lo que “pensar en positivo” o “sentir algo”, no es suficiente. Tu cabeza tiene que recorrer “el camino” que le marca ese ciclo, que está bien definido, y es sencillísimo. Tienes que pasar por sus fases: “querer”, “gustar” y “aprender”.
Pero no te embales, que esto todavía no es sexo. Es lo que pasa en tu cabeza, antes del sexo, y afecta a muchas cosas en tu vida. Es más, hay quien piensa que “una buena vida se basa en un sistema cerebral que puede pasar por este ciclo de cambios de manera ordenada.”
Como el placer es el resultado de un sistema de reacciones, dentro de tu cerebro, todo el ciclo se activa cuando haces algo que te gusta, sea tener sexo, tomar café, comer chocolate o cualquier otra cosa que te guste.
Mira el ejemplo de chocolate bendito
En “la fase deseo” tu mente está como loca, intentando encontrar formas de llegar al objetivo. Físicamente estás en casa, haciendo cosas. Tu consciente es ajeno a lo que está pasando dentro de tu coco, porque todo esto es inconsciente. En ese mismo momento tu química te dice: “hay algo que se me escapa y que necesito entender”. Puede que, incluso, haya inquietud en ti porque igual ni sabes lo que sucede. Todo está pasando en tu cabeza, sin pedirte permiso.
Pero la química no perdona, y terminas cogiendo la barra de chocolate, aunque tu “mente positiva” se repetía “lo vamos a lograr, lo vamos a lograr, no comeré chocolate”.
Ahora ya las zonas de tu cabeza que controlan el ver, el oler y el sabor, toman el control. Y entonces pasa lo inenarrable, lo indeseado y lo pecaminoso. El circuito hedónico en tu cerebro se activa, coges el chocolate y te lo comes. ¡Ya estás, entraste en la “fase gustar”!
Al probar el chocolate, tu mente crea y recrea conectomas. Corrige lo aprendido anteriormente sobre el placer, y lo reescribe, con el objetivo de mejorar la experiencia. Para cuando llegue la próxima vez. Estás en la “fase aprender”, que es increíble, si se cumplieron tus expectativas. Claro que cuando algo no sale bien, y no se cumplen tus expectativas, también se aprende. En ese caso también se crean los conectomas necesarios.
Si todo continúa sin sobresaltos, llegará la sensación de saciedad. Tu cerebro habrá aprendido de la experiencia, habrá actualizado las asociaciones, y podrá anticiparse mejor la próxima vez. El ciclo se detendrá y tu coco pasará a otras cosas.
Ahora que ya estás, vamos a lo nuestro
Una manera en la que puedes utilizar tus aceites esenciales, como afrodisíacos, es ponerlos en el difusor, porque puedes aprovechar todo su poder aromático. Si tienes un kit de inicio de Young Living, entonces ya tienes un difusor de alta gama en casa. Asegúrate de darle un buen uso a ese cacharro. Utiliza el difusor con los aceites esenciales para mandar señales a tu cerebro, y al de tu pareja. Así irán entrando más fácilmente en la “fase desear”, antes del sexo. Pero lee bien. No es para relajaros, es para meter caña vuestros cerebros, y que empiecen a “buscarse la vida”, y encontrar la vía del placer.
Un aceite para la “fase desear” que prepara y abre a tu mente para registrar, total y completamente, cada estímulo físico que se le presente en el instante que estás viviendo.
Estos son los aceites favoritos de la diosa Afrodita. Son ideales para provocar la “fase desear”, cuando los utilizas en la comida. Energéticamente no solo aumenta el fuego del cuerpo, porque lo pone calentito, sino que también aprovechas sus aromas para activar el cerebro.
Un aceite ideal para la “fase gustar”. Su aroma te ayudará a abstraerte de distracciones, pensamientos y conexiones que poco tienen que ver con el momento que estás preparando alrededor de algo que te da placer.
Este es el aceite para la “fase gustar”. Su uso tópico y diluido puede llevar la sensación de placer a nuevos máximos conocidos para tu mente, y te hará centrarte en ese instante y en poco más.
Es el aceite perfecto para la “fase aprender”. Es capaz de ayudarte a eliminar cualquier posibilidad de boicot, de hacer análisis poco realistas o estresados de la experiencia, y sacar de ella lo que necesitas. Es como decirle a tu mente ¡el próximo!
¡Estos hombres!
También hay ideas Nidore Essentia para el hombre.
Geranio + RC + Semilla de zanahoria
Una combinación para la “fase desear”. La puedes utilizar tópica si te implicas, o en difusor, si sucede que el implicado no está por la labor de ponerse el aceite.
Esta combinación es ideal para cuando mentalmente se está “distraído” en otra cosa que nada tiene que ver con estar en la cama. Es ideal de utilizar si te parece que, para él, todo es más importante que tener sexo, pero sin importar la razón que motiva ese comportamiento.
Un aceite para la “fase desear”. Es una mezcla ideal para “sacar” a la mente masculina del comecocos diario y de las preocupaciones. Sobre todo, si hay dificultades y problemas económicos, porque en ese momento la sensación puede estar siendo de “impotencia”, por no tener buenos resultados.
Este es el aceite. Es excelente para la “fase gustar” masculina. Añadirá aromas que te ayudarán a mantenerte creativo y activo en el quehacer del momento, pero en su justo equilibrio. No caerás en la excesiva actividad, ni en la excesiva relajación.
Una combinación perfecta para la “fase aprender”. Ayuda al hombre a no caer en la sensación de no ser suficiente, y a no asociar creencias como “no puedo” o “no soy capaz”, a la experiencia sexual.